Civilización mediatizada


Lo que no cuentan los medios periodísticos
“La falta de información, las intuiciones erróneas, los intereses económicos, la superstición, el "a mí me funciona" o la propia condición humana provocan que millones de personas tengan fe ciega en fenómenos que no están probados científicamente. O, más allá, que van contra los fundamentos de la física y la química. Para combatir esto, en busca de un pensamiento crítico y racional, gana espacio el movimiento escéptico”  (El país, 22 de enero del 2012) 


Una civilización es considerada bajo este término cuando se integra la tecnología de la escritura. Con su invención, el registro de su historia se vuelve perdurable, objetiva y accesible; en resumen, su cultura se vuelve tangible. Las fases que caracterizan al conocimiento humano se sucedieron, y con ella se movió y traspasó el ejercicio del poder de una mano a otra. Además, el ejercicio del conocimiento también ha estado siendo modificado en relación a su naturaleza y calidad. Así aparece el contexto actual dominado por la televisión, la informática y la globalización en el que estamos inscritos desde finales del siglo XX. La historia y lo considerado como verdad baja desde las esferas de la élite hasta la masa que se encuentra en los escalones más bajos y la herramienta principal de información son los medios de comunicación. Analizar estos medios nos puede ayudar a entender el espíritu de la época.
Para ello, he elegido tres temas alrededor del asunto de la verdad en los medios. Estos son: las transformaciones que le han ocurrido a los diferentes conceptos que rodean a los medios periodísticos, la centralización de los medios y el condicionamiento (inconscientemente aceptado) del sistema de la industria periodística. SI la verdad se hace esquiva ¿es posible llegar a una certeza? Esta pregunta me llevó a tomar la posición del escepticismo para ponerme en pie de duda y encontrar los vacíos ideológicos de esta civilización mediatizada.



El espíritu de la época

Un tema bastante a la moda entre los círculos intelectuales - al menos actualmente en el Perú- es el tema del tipo y por ende la calidad de la información. En un mundo globalizado como el nuestro, donde se suceden vertiginosamente los acontecimientos, donde la complejidad de los asuntos del país no se hace notoria para la mayoría de la población, ¿cuál es el papel que están desempeñando los medios, y en particular, la prensa?¿cabe afirmar que lo que motiva la producción de noticias tiene fines filantrópicos o la mueve otros intereses comerciales? ¿Quiénes son los responsables finales de armar la noticia? ¿Por qué una notica es privilegiada sobre otra? y finalmente, lo que es justamente el tema de presente ensayo ¿bajo qué criterios la noticia es considerada verdadera?

La posición desde la que parto para intentar responder la cuestión del presente ensayo es el escepticismo filosófico. Esto se debe a su ¨actitud crítica que cuestiona sistemáticamente la idea de que el conocimiento y certidumbre absolutos son posibles¨ (Carroll:2008). Este enunciado se relaciona acertadamente con los medios de comunicación y el conocimiento en el espíritu de la época cuando Robert Todd Carroll escribe ¨el punto de vista de que no se sabe si el conocimiento es posible es consistente con la idea de esforzarse por obtener conocimiento, aún si no se está seguro de llegar a él¨.
Para entender mejor el estado de las cosas, a continuación expongo las transformaciones que le han ocurrido a los diferentes conceptos que rodean a los medios periodísticos. Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, escribió en un artículo en su revista lo que resumo debajo.




Las transformaciones

La prensa gráfica está en crisis debido a una pérdida de identidad y de personalidad como consecuencia de la mutación que han vivido los conceptos básicos del periodismo en los últimos años.

- Cambio en la concepción del concepto de información

La información aceptada era aquella que pasaba por ciertos parámetros contextuales que la verificaban y la dotaban de un sentido más profundo. No se limitaba a describir la escena; más bien, informar respondía a las preguntas básicas como: ¿quién hizo qué?¿con qué medios?¿dónde?¿cómo?¿por qué?¿cuáles son las consecuencias? Si estos parámetros anteriormente usados aparecen desconocidos ante nuestro hábito cotidiano de informarnos es porque estamos frente al fenómeno del cambio del concepto de información hacia uno más superficial. Más aún, la televisión se ha posicionado en la cumbre de la jerarquía de medios, lo que ha implantado la ideología del directo y en tiempo real. El hecho de que lo audiovisual haya desplazado a los demás medios (al menos en parte) ha logrado que los telespectadores cambien su disposición. Esto se refiere a que lo que se busca ya no es comprender lo observado en un sentido más profundo y contextualizado, si no ser un espectador pasivo que se interesa por ver el mero desarrollo de la escena. Si se toma en cuenta la segmentación de la realidad que registra la cámara, nuestra noción de la realidad, nuestra certeza de los hechos como espectadores se está viendo vertiginosamente menoscabada.

Por otro lado, la credibilidad de la noticia se resuelve en la cantidad de imágenes que se transmite de ella. La novedad noticiosa, para ser tomada en cuenta, debe tener una parte visible, mostrable, televisiva. Qué pasa entonces con los acontecimientos abstractos y complejos, los cuales una representación visual no puede informar de su totalidad. Esto ha derivado, por tanto en una reducción de los acontecimientos complejos.


- Cambio del concepto de actualidad

La época actual globalizada no conoce de fronteras. La velocidad y la cantidad de información que se comparte va cada vez más en aumento. Pero, en esta maraña de acontecimientos ¿cuáles son los criterios que se deben seguir para elegir el hecho a mostrar?¿por qué privilegiar una sobre otra? Si la realidad llega a nosotros a través de nuestros sentidos, la televisión es un ente constructor de realidad importante. Más aún, los demás medios gráficos lo tienen de modelo, ya sea en su formato (salvando el movimiento) o en su contenido. Las palabras y el texto han quedado relegados en segundo plano, y la importancia de la noticia se reduce a la cantidad de imágenes que se tiene de ella.

- Cambio en el tiempo de la información

Lo óptimo es la instantaneidad, lo que ocurre en vivo y en directo.Los  diarios se ven obligados a tener de portada lo que se emitió el día anterior en televisión, y siempre están en la lucha de ser el primero en tener la información. Las noticias desfasadas pierden interés cuanto mayor sea el destiempo, y estar actualizado es imprescindible. Esto por supuesto es positivo. Por ejemplo, los avances científicos tendrían que estar a la orden del día en los periódicos y demás noticias pero ¿es así? La cantidad de periodistas en comparación con científicos que se dedican a la información de sus descubrimientos es mucho mayor. Aunque esta cantidad cambia de país en país, y de continente en continente.

- Cambio en la veracidad de la información

¿Nos hemos preguntado bajo qué criterios una noticia es verdadera? Si en esta transformación se ha negado el ingreso a los criterios de objetividad, rigurosidad y la verificación, entonces actualmente todo depende de la cantidad de medios periodísticos que hablan de lo mismo. Es decir, las noticias se confirman con las afirmaciones de los otros medios. ¨Si todos hablan de lo mismo, entonces debe ser cierto¨. Pero sucede que han ocurrido eventos, o mejor dicho, se han aceptado noticias falsas por el simple hecho de haber sido fruto de un consenso (consciente o no) entre medios que decían lo mismo. ¨Aunque muchos importantes acontecimientos tengan lugar simultáneamente en el mundo, los medios solo cubrirán uno: el que haya atraído la atención de toda la manada.¨ (Selección de artículos de Le Monde Diplomatique:11) Y luego dentro de esta guerra  interna que consiste en llegar ahí antes que los demás, se pierde de vista lo primordial: el mundo de información y conocimiento que los rodea.

Se puede resumir por todo ello que la prensa gráfica no está aislada de otros medios. Aún más, que el hecho de comunicar se ha expandido a todas las áreas. Toda sociedad y las instituciones que la conforman están abocadas a hacer lo mismo: A comunicar sus valores, su misión, su imagen institucional, lo que son y no son, con verdades y a veces informaciones retóricas que esconden defectos inevitables como entes imperfectos productos de la creación humana.

Planteo la pregunta, ¿Por qué la televisión no informa con toda la avalancha de acontecimientos e información que abunda a nuestro alrededor? Para Ignacio Ramonet, por tres razones.
1. La televisión no informa, sino que distrae.
2. La aglomeración de información tiene un efecto negativo: sobreinformacion y desinformación al mismo tiempo.
3. El proceso de informarse requiere una movilización. No es un proceso pasivo que pueda realizarse sentado en un sillón.

Y escribo sobre la televisión ya que como se menciona líneas arriba, es la televisión el modelo que siguen los medios gráficos por su jerarquía entre los medios de comunicación.

Entonces, ¿los medios reflejan la realidad del mundo?

La centralización de los medios

“En un mundo pilotado cada vez más por empresas colosales que obedecen únicamente a la lógica comercial fijada por la Organización Mundial del Comercio (OMC), y en el que los gobiernos parecen un tanto desbordados por las mutaciones en marcha, ¿se puede estar seguro de que la democracia será preservada, proyectada? En semejante contexto de guerra mediática encarnizada, a la que se libran gigantes que pesan miles de millones de dólares, ¿cómo podrá sobrevivir una prensa independiente?” (Ignacio Ramonet:2001)

El segundo motivo por el cual la verdad en los medios se hace esquiva es por la manipulación mediática. Donde quedó el amor por la verdad de tan noble labor como la periodística cuando se privilegian la rentabilidad y se responden a la demanda de los fondos de inversiones de los dueños del capital. El sistema consumista que lo impregna todo no ha exonerado a la información periodística, ya que los medios se han convertido – como con casi todo- en mercancías. Ya no existen más los criterios tradicionales de verificación, autenticidad y error; sino, qué quiere el cliente y cuál es la forma más rentable de  hacer llegar mi mercancía con la mayor utilidas posible. Los consumidores, por supuesto ignoran la manipulación a la que son expuestos, manipulación que moldea su percepción, sus sentimientos y su comportamiento sin que ellos – nosotros- nos demos  realmente cuenta.
Por otro lado, el corresponsal de un agencia de prensa en comparación con años anteriores, gozaba de la libertad de aplicar su iniciativa personal, dentro el marco de la investigación, verificación, la selección y formación de la noticia basada en los acontecimientos. Por el contrario, en la relación con su jefe, el cronista se ha reducido a ser un peón enviado de los confines del país -o del mundo- sin muchas veces, haber profundizado en los estudios del caso, respondiendo a la visión del jefe quien observa los hechos desde sus propias fuentes ( internet, televisión y otros medios). Ryszard Kapuscinski, en un discurso que dio en Estocolmo, recordó una anécdota sobre la ignorancia de los enviados especiales que cubren eventos: ¨ ´¿Qué pasa, Jhon?`, le pregunté.´No tengo ni la menor idea´, me contestó sin dejar de filmar. ´Yo solo registro, me conformo cono captar imágenes; después las mando a al canal que hace lo que quiere con este material´¨.  Kapuscinski critica fuertemente la labor de confusión que crean los medios -en este caso televisivos, que como vimos, son el modelo que imitan los medios gráficos en sus portadas del día siguiente- y asevera que así como en la dictadura se recurre a la censura, en una democracia se recurre a la manipulación.

Entonces, ¿los medios pueden reflejar la realidad del mundo?


El condicionamiento

No exageremos. Si bien quiero ser coherente con la duda de todo los conceptos presentados, no pretendo sacralizar la noble labor periodística. Un análisis de este tipo debería comenzar desde una posición más bien neutral, sin una determinación fatídica o una ingenua creencia en la bondad del mundo, preocupados por la satisfacción del cliente. No, ninguno de los dos. Alain Accaardo explica lo que sucede con la industria periodística como un condicionamiento que tiene su origen en las escuelas que crean los futuros profesionales y en las redacciones. Alain continúa escribiendo que para mantener cierto sistema, se contratan a los periodistas afines a los valores que profesa la compañía para que sean ellos mismo los que recluten al equipo a otros del mismo perfil. Parafraseándolo, condicionados en grados inimaginables sin ser expresamente consciente de ello. No hace falta violentarles la consciencia, sino remitirles a las reglas del juego periodístico aceptadas por todos.



Conclusiones

Las transformaciones de los diferentes conceptos respecto a los medios periodísticos son varias, profundas y con sus pros y contras. Por ejemplo, frente a la vertiginosa cantidad de información que embota nuestros sentidos, ¿es acaso necesario conocer profundamente todas las noticias? Debido al gran volumen de noticias ocurriendo en el mundo, es imposible conocerlas todas a cabalidad. Los noticieros de hoy en día, quizás solo deberían tomarse como una portada de titulares, un ventana que para profundizar, deberíamos abrir y elegir aquellas importantes para nosotros, por su utilidad, afinidad o curiosidad intelectual.
El efecto negativo que asume Ignacio Ramonet de la sobrecarga de información y desinformación a mi parecer puede ser sustituido por una apelación a las sensaciones, más que al intento de racionalizar los hechos presentados. Es decir, aunque la sobrecarga de información en la consciencia lleve a una confusión, dejan sin duda una sensación interna que pueda ser interpretado como una síntesis de lo percibido por los sentidos. Emociones y sentimientos, en este caso, podrían fungir de guía para interpretar el estado de las cosas.
Finalmente, se debe poner fin a esta separación entre simplismo de la prensa y las nuevas complicaciones políticas, sociales y económicas que caracterizan nuestra sociedad. El tema de la llegada a los jóvenes de la información, y de los jóvenes a la información no es parte de este ensayo, pero vale mencionar que existe tanto desinterés como interés. El simplismo de la prensa no debería estar tampoco configurada así para superficializar los temas, en cambio, un lenguaje amigable a los jóvenes que presente la notica más atractiva sería un cambio beneficioso, sin que ello signifique una disminución de procesos cognoscitivos. Por todo lo presentado ¿de qué hablamos cuando hablamos de medios?.










Bibliografía

Selección de artículos de Le Monde Diplomatique (2003). La prensa ¿refleja la realidad? Chile: Editorial Aún creemos en los sueños

Ramonet, Ignacio (2001). La Tyrannie De La Communication.Paris: Editorial Gallimard.

El país (2012). “La fe del escéptico mueve montañas”. Edición impresa.                                 <http://elpais.com/diario/2012/01/22/sociedad/1327186801_850215.html>. [Consulta: 28 de setiembre del 2012.]

Carrol, Robert Todd (2003). Diccionario del escéptico. Estados Unidos: John Willey &Sons 


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